sábado, 5 de octubre de 2013

Puerto presente

Hoy es una de esas noches en las que se combinan de manera increíble una serie de factores que, de algún modo, te atrapan en un deseo irrefrenable por escribir algo, aunque no sepas lo que. Llegas a casa después de un día largo, intenso y productivo. Te metes en cama y en esos instantes en los que sabes que en cinco minutos te quedarás dormido, miles de pensamientos abordan tu mente. El jodido desembarco de las ideas justo delante de tus narices. Entonces piensas que es el momento de aprovecharlas. De forma ilusa te sientes como Hank Moody en uno de esos capítulos de Californication, en los que yendo ciego hasta arriba, suelta esas frases que acaban en un vídeo de Youtube. Y de ahí a Facebook. El primer fallo es que no estás ciego, aún así te sientes inspirado.

Ya estás de nuevo en cama con el ordenador dispuesto a escuchar tus "geniales" ideas y de que ibas a hablar...ah si!de las burbujas!suena irónico, suena a locura, pero es que estamos desquiciadamente locos. Leía un estado en Facebook antes de irme a cama que venía a decir que pasamos toda nuestra vida planeando lo que queremos ser, haciendo un retrato de lo que seremos en unos años, diez, veinte, treinta...los que sean. Lo peor de todo es que es cierto. Aunque no todos lo admitamos. Cualquier decisión, cualquier gesto, cualquier palabra, cualquier sentimiento. Mientras tanto, nos vamos encerrando en nuestra burbuja, cada vez un poco más. Obsesionados con alcanzar una meta, un objetivo. Da igual lo ambicioso que sea, en mayor o menor medida nos centraremos en conseguirlo. Y lo que pasa en ese tiempo nos lo perdemos. Así de brusco, pero ¿así está diseñada la sociedad no? Naces con el objetivo de trabajar lo suficiente como para hacerte millonario o tener una pensión, que te permita vivir los últimos años de tu vida de forma más o menos feliz. Quizás para entonces no tendrás la vitalidad suficiente para disfrutar de ese dinero y esa libertad. Quizás te arrepentirás de no haber hecho las cosas de otro modo.

De todo esto me he dado cuenta hace dos días. Cuando intentando aconsejar a una amiga sobre el último año de carrera caí en la cuenta de que el mejor consejo que le podía dar es que lo disfrutase mucho más que el primero. Por que la Universidad no vuelve, aunque hagas un máster. Y eso fue lo que me pasó!vives centrado en un objetivo, acabar tu carrera. y aunque sabes que has disfrutado hay algo en el fondo que te dice que podrías haberlo disfrutado mucho más!

La jodida burbuja!nuestra naturaleza crítica nos hace cuestionarnos si lo que hicimos en el pasado estuvo bien, mal o peor. Tratamos de esbozar nuestro futuro y lo que te dicen los mayores es que nunca sabes en donde vas a acabar. Ni con quien. Y ya que aún tenemos tiempo para mejorar las cosas, nuestras cosas, tratemos de disfrutar el presente que tenemos delante. Sin complejos. Sin obsesiones. Sin defectos. Mucho antes de tratar de gustar a alguien quiérete a ti mismo. Y disfruta de ello.

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